Un trasplante de médula ósea es un tratamiento médico que reemplaza la médula ósea por células sanas. Las células de reemplazo pueden proceder de su propio cuerpo o de un donante.
Un trasplante de médula ósea también se denomina trasplante de células madre o, más concretamente, trasplante de células madre hematopoyéticas. El trasplante se puede utilizar para tratar ciertos tipos de cáncer, como leucemia, mieloma y linfoma, y otras enfermedades del sistema inmunitario y de la sangre que afectan la médula ósea.
¿Qué son las células madre?
Las células madre son células especiales que pueden reproducirse a sí mismas y convertirse en los distintos tipos de células que el cuerpo necesita. Hay varios tipos de células madre y se encuentran en diferentes partes del cuerpo en diferentes momentos.
¿Cómo funciona un trasplante de médula ósea/células madre?
En general, cada proceso conlleva recolectar las células madre de reemplazo, la administración de tratamientos al paciente para preparar el cuerpo para el trasplante, el día del trasplante en sí mismo y, a continuación, el periodo de recuperación.
A menudo, se puede colocar un pequeño tubo en el pecho del paciente que permanece durante el proceso de trasplante (catéter).
¿Qué tipos de trasplante de células madre existen?
Las células madre para un trasplante autólogo provienen de su propio cuerpo.
Las células madre para un trasplante alogénico provienen de otra persona, llamada donante. Las células madre del donante se administran al paciente después de que el paciente recibe quimioterapia o radioterapia. Esto también se llama alotrasplante.
En este tipo de trasplante, se utilizan células madre de la sangre del cordón umbilical. El cordón umbilical conecta a un feto con su madre antes del nacimiento. Después del nacimiento, el bebé no lo necesita.
Las células de un padre, hijo, hermano o hermana no siempre son un donante perfectamente compatible para el tipo de HLA del paciente, sino que tienen una compatibilidad del 50 %. Los médicos utilizan estos tipos de trasplantes con mayor frecuencia para ampliar el uso del trasplante como tratamiento eficaz contra el cáncer.
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento para el cáncer. Utiliza sustancias producidas por el cuerpo o en un laboratorio para mejorar el sistema inmunitario y ayudar al cuerpo a encontrar y destruir las células cancerosas.
La inmunoterapia es un tratamiento que utiliza ciertas partes del sistema inmunitario de una persona para combatir enfermedades como el cáncer. Esto se puede hacer de varias maneras: estimulando o reforzando las defensas naturales del sistema inmunitario y fabricando sustancias en el laboratorio que sean similares a unos componentes del sistema inmunitario y usarlas para ayudar a restaurar o mejorar el modo en que el sistema inmunitario encuentra y ataca a las células cancerosas
Los anticuerpos monoclonales se administran por vía intravenosa (inyectados en una vena). Los anticuerpos en sí son proteínas, por lo que administrarlos a veces puede causar algo parecido a una reacción alérgica. Esto es más común mientras se administra el medicamento por primera vez.
La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Este tipo de tratamiento contra el cáncer actúa evitando que las células cancerosas crezcan, se dividan y formen más células.
La quimioterapia se puede usar como tratamiento para muchos tipos de cáncer diferentes. Es posible que su médico denomine la quimioterapia como “quimioterapia estándar”, “quimioterapia tradicional” o “quimioterapia citotóxica”.
La quimioterapia se traslada por el torrente sanguíneo y llega a todas las partes del cuerpo. Existen muchos tipos diferentes de quimioterapia. En general, los fármacos utilizados para la quimioterapia son sustancias químicas potentes que tratan el cáncer atacando a las células durante partes específicas del ciclo celular.
La quimioterapia generalmente se administra durante un tiempo específico, como por ejemplo 6 meses o un año. O es posible que reciba quimioterapia mientras funcione.
Los efectos secundarios de muchos fármacos contra el cáncer son demasiado fuertes como para administrar el tratamiento todos los días.
La quimioterapia para el cáncer incluye más de 100 fármacos diferentes. Aunque todos los fármacos para quimioterapia dañan las células, atacan diferentes objetivos celulares en diferentes momentos durante el ciclo celular. La combinación de fármacos que dañan las células cancerosas de diferentes maneras puede aumentar el efecto del tratamiento.