Su Historia...
Mientras cursaba clases virtuales, Maribel Coro Copa empezó a notar señales de alerta: moretones, sangrados frecuentes y una fatiga intensa. Sus manos pálidas y sus ojeras mostraban un cuerpo debilitado por la leucemia promielocítica, aún sin diagnóstico.
Inicialmente confundida con anemia, su condición empeoraba. Tras buscar ayuda en varios hospitales sin éxito, un pariente la ayudó a encontrar al Dr. Ariel Amaru, especialista que logró diagnosticarla rápidamente y recomendar su internación inmediata para salvar su vida.
El tratamiento era costoso y difícil de conseguir en Bolivia, pero gracias a la gestión de los médicos y el apoyo de la Fundación AVCI, que brinda asistencia integral a niños y jóvenes con cáncer, Maribel recibió los medicamentos que necesitaba y acompañamiento emocional durante su recuperación.
Hoy, Maribel ha retomado sus estudios, actividades deportivas y sociales. Su historia destaca la importancia de la detección temprana, el acceso a especialistas y la intervención de organizaciones de apoyo para vencer enfermedades graves como la leucemia.
Preguntas y Respuestas
¿Cuáles fueron los primeros síntomas que notaste?
Comencé con moretones en las piernas, sangrados frecuentes y fatiga extrema. Mis manos estaban blancas y tenía ojeras profundas; además, mi cuerpo se debilitaba día a día.
¿Qué fue lo que más te ayudó a mantener la fuerza durante tu tratamiento?
El apoyo de los médicos, las voluntarias de la fundación y mi familia me dieron ánimo cada día. Saber que no estaba sola y que había personas que se preocupaban por mí me ayudó a seguir adelante.
¿Cómo ha cambiado tu vida después de superar la leucemia?
He retomado mis estudios, actividades deportivas y sociales. Aprendí a valorar cada momento, y ahora me siento más fuerte y agradecida por el apoyo que recibí.
