¿Qué es el linfoma no Hodgkin?

El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a los linfocitos, unas células encargadas de defendernos contra infecciones. Cuando estas células se multiplican de forma descontrolada, pueden formar tumores en los ganglios linfáticos y otros órganos.

Existen muchos subtipos de linfoma no Hodgkin, algunos de crecimiento lento y otros más agresivos. Afortunadamente, en los últimos años se han desarrollado tratamientos muy eficaces.

¿Qué es el rituximab?

Rituximab es un medicamento que revolucionó el tratamiento de muchos tipos de linfoma. Se trata de un anticuerpo monoclonal, una proteína diseñada para reconocer y atacar un marcador específico (llamado CD20) que se encuentra en la superficie de ciertos linfocitos malignos.

Dicho de forma simple, rituximab actúa como un misil dirigido, que encuentra a las células cancerosas y las destruye sin dañar tanto a las células sanas.

¿Cómo se administra?

Rituximab se aplica por vía intravenosa en un hospital o clínica, normalmente como parte de un esquema de quimioterapia combinado, por ejemplo con el protocolo R-CHOP (una mezcla de fármacos ampliamente utilizada en linfomas).

Las dosis y frecuencia dependen del tipo de linfoma, el estado del paciente y si se está usando como tratamiento inicial o como mantenimiento.

¿Qué beneficios ofrece?

Desde su aparición, rituximab ha mostrado grandes ventajas:

• Aumenta las tasas de curación en linfomas agresivos.

• Prolonga la vida en linfomas de crecimiento lento.

• Puede usarse en pacientes mayores o con enfermedades crónicas.

• Tiene un perfil de seguridad aceptable y manejable.

Gracias a este medicamento, miles de personas con linfoma tienen hoy una mejor calidad de vida y mayores posibilidades de curación.

¿Tiene efectos secundarios?

Como todo tratamiento, rituximab puede producir efectos secundarios, aunque no todos los pacientes los presentan. Los más comunes son:

• Fiebre o escalofríos durante la infusión

• Cansancio o debilidad

• Infecciones leves (debido a la disminución de defensas)

En general, estos efectos son temporales y se controlan con medicación de apoyo.

Un mensaje de esperanza

El linfoma no Hodgkin ya no es una enfermedad sin salida. Gracias a medicamentos como rituximab, combinados con el avance de la medicina moderna, cada vez más personas logran controlar o incluso curar esta enfermedad.

Si tú o un ser querido han sido diagnosticados con linfoma, habla con tu médico sobre las opciones disponibles. El conocimiento, el acompañamiento profesional y el acceso a tratamientos como rituximab pueden marcar la diferencia.