La aspirina en prevención primaria en adultos mayores sanos no aporta beneficios a largo plazo y aumenta el riesgo de sangrado, por lo que su uso rutinario no está recomendado en este grupo.
Aspirina
Por Dr. Ariel Amaru
17 agosto, 2025
Durante muchos años, la aspirina en dosis bajas fue considerada casi un “protector universal” para el corazón. Millones de personas mayores en todo el mundo comenzaron a tomarla a diario con la esperanza de prevenir infartos o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, la ciencia más reciente nos invita a ser cautos.
Un importante estudio internacional, publicado en European Heart Journal (2025), siguió a más de 19.000 adultos mayores de 70 años (y mayores de 65 en Estados Unidos) durante casi una década. Se trata de la investigación ASPREE (Aspirin in Reducing Events in the Elderly), uno de los trabajos más grandes que se han hecho sobre este tema.
Los participantes eran personas mayores sanas, sin antecedentes de infarto, accidente cerebrovascular, demencia ni limitaciones físicas graves. Fueron divididos al azar en dos grupos:
Uno recibió aspirina en dosis bajas (100 mg diarios).
El otro recibió un placebo (una pastilla sin efecto).
Primero se los siguió durante el ensayo clínico (casi 5 años) y luego en un seguimiento extendido de otros 5 años para observar los efectos a largo plazo.
Aspirina en Adultos Mayores
No se redujeron los eventos cardiovasculares graves
A largo plazo, las personas que tomaron aspirina no tuvieron menos infartos, accidentes cerebrovasculares ni muertes de origen cardiovascular en comparación con quienes no la tomaron.
Mayor riesgo de hemorragias
Durante los años de uso, los participantes que tomaron aspirina presentaron más sangrados graves, especialmente digestivos y cerebrales.
Este riesgo de hemorragia es especialmente preocupante en adultos mayores, que de por sí son más vulnerables.
Efecto rebote al suspenderla
Tras finalizar el ensayo, cuando los pacientes dejaron de tomar aspirina, se observó un aumento de infartos y eventos cardiovasculares en comparación con el grupo placebo.
Esto sugiere que los beneficios que la aspirina pudiera tener mientras se usa no se mantienen en el tiempo.
La aspirina salva vidas en personas que ya tuvieron un infarto, un accidente cerebrovascular o tienen enfermedad cardiovascular diagnosticada.
Pero en adultos mayores sanos, el balance es distinto: los riesgos de hemorragia superan los posibles beneficios de prevención.
En muchos casos, tomar aspirina sin indicación médica puede ser más dañino que útil.
Si tienes más de 70 años y nunca has tenido problemas cardíacos, no empieces a tomar aspirina por tu cuenta.
La decisión debe ser individualizada, considerando:
Tu riesgo cardiovascular real (colesterol, presión arterial, diabetes, tabaquismo).
Tu riesgo de sangrado (antecedentes de úlceras, caídas, fragilidad, uso de otros anticoagulantes).
Siempre consulta a tu médico antes de iniciar o suspender cualquier medicación.
Referencia científica:
Wolfe R, Broder JC, Zhou Z, et al. Aspirin, cardiovascular events, and major bleeding in older adults: extended follow-up of the ASPREE trial. European Heart Journal. 2025.