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HTLV-1: El virus que puede causar leucemia y linfoma en adultos

Es un virus silencioso que puede causar leucemia o linfoma en adultos. Aunque muchas personas no presentan síntomas, su detección temprana es clave para prevenir complicaciones graves.

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Por Oncoclinic

07/05/2025

En el mundo de las enfermedades infecciosas, hay virus que han captado la atención global, como el VIH o el SARS-CoV-2. Sin embargo, otros, menos conocidos, también pueden tener consecuencias graves para la salud. Uno de ellos es el HTLV-1 (Virus Linfotrópico de Células T Humanas tipo 1). Este retrovirus, aunque silencioso en la mayoría de los casos, puede estar relacionado con enfermedades neurológicas y ciertos tipos de cáncer.

¿Qué es el HTLV-1?

El HTLV-1 es un retrovirus que infecta las células del sistema inmunológico, en particular las células T CD4+, esenciales para la defensa del organismo. Se estima que entre 5 y 10 millones de personas en el mundo están infectadas, aunque muchas no lo saben, ya que el virus puede permanecer inactivo durante años sin causar síntomas.

Este virus fue descubierto en la década de 1980 y es el primer retrovirus humano identificado. A pesar de su descubrimiento temprano, aún no tiene la visibilidad necesaria en las campañas de salud pública, especialmente en regiones donde es endémico.

¿Cómo se transmite?

El HTLV-1 se transmite de manera similar al VIH, pero con algunas diferencias importantes:

  • De madre a hijo, principalmente durante la lactancia materna prolongada.

  • Por contacto sexual sin protección, siendo más eficiente la transmisión de hombre a mujer.

  • A través de sangre contaminada, por ejemplo, en transfusiones no controladas o uso compartido de agujas y jeringas.

Gracias a los avances en la seguridad transfusional, la transmisión por sangre ha disminuido, pero la vía maternoinfantil y sexual siguen siendo relevantes en regiones endémicas.

¿Qué enfermedades puede causar?

En la mayoría de los casos, las personas infectadas por HTLV-1 no desarrollan síntomas ni complicaciones. Sin embargo, en un 5 a 10 % de los infectados, el virus puede provocar enfermedades graves, entre las que se destacan:

  • Leucemia/Linfoma de células T del adulto (ATLL): Un tipo agresivo de cáncer hematológico que puede presentarse décadas después de la infección inicial. Sus síntomas incluyen inflamación de ganglios linfáticos, fiebre, pérdida de peso, lesiones cutáneas y alteraciones en la sangre.

  • Mielopatía asociada al HTLV-1 (HAM/TSP): Una enfermedad neurológica crónica y progresiva que afecta la médula espinal. Produce debilidad en las piernas, rigidez muscular, alteraciones en la marcha y problemas para controlar la vejiga.

Otras condiciones menos frecuentes, como dermatitis infectiva, uveítis o artritis asociadas al HTLV-1, también se han descrito.

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¿Dónde se encuentra el HTLV-1?

Aunque puede encontrarse en todo el mundo, hay zonas endémicas donde la prevalencia es mayor, incluyendo:

  • Japón (especialmente el suroeste)

  • El Caribe

  • Algunas zonas de África Subsahariana

  • América del Sur, incluyendo partes de Brasil, Colombia, Perú y Bolivia

La distribución geográfica desigual hace que muchas veces el diagnóstico se retrase o no se considere, especialmente en regiones con pocos recursos o bajo nivel de conocimiento sobre el virus.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico del HTLV-1 se realiza mediante pruebas serológicas (ELISA, Western blot) y moleculares (PCR). Generalmente, se indica en personas con síntomas compatibles o en contextos de donación de sangre, diagnóstico de enfermedades asociadas o antecedentes familiares.

En países endémicos, la detección temprana puede evitar la transmisión vertical (madre a hijo), y ayudar al monitoreo de los portadores, incluso si no presentan síntomas.

¿Existe tratamiento?

Actualmente, no existe una cura específica para el HTLV-1. El tratamiento se enfoca en controlar las enfermedades que el virus pueda desencadenar, como la leucemia o los síntomas neurológicos. Por ello, la prevención y el diagnóstico precoz son fundamentales.

Prevención: la mejor herramienta

La manera más eficaz de combatir el HTLV-1 es a través de la educación, el control en bancos de sangre, el asesoramiento genético y la promoción de prácticas sexuales seguras. En algunos países se recomienda evitar la lactancia materna en madres infectadas, para reducir el riesgo de transmisión al recién nacido.


El HTLV-1 es un virus poco conocido, pero con consecuencias potencialmente serias. Aunque muchas personas nunca presentan síntomas, otras pueden desarrollar enfermedades graves muchos años después de la infección. La clave está en informar, prevenir y diagnosticar.

En nuestra clínica, contamos con profesionales capacitados para evaluar, diagnosticar y acompañar a los pacientes en todas las etapas de este virus. Si tienes dudas, antecedentes familiares o síntomas sospechosos, no dudes en contactarnos.